Por Ministerio de Educación
En una concurrida ceremonia en el Liceo Industrial Benjamín Franklin de Quinta Normal el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, conmemoró los 10 años del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE), política del Ministerio de Educación que mejora el acceso de estudiantes de establecimientos públicos a las universidades mediante acciones de preparación y acompañamiento.
En la actividad, a la que asistieron equipos del PACE de todo el país, el Mandatario recordó que “hace 10 años la Presidenta Bachelet inició este programa justamente para equiparar la cancha, y creo que se hace cargo de avanzar en un sistema educativo más justo, que no esté marcado por la capacidad adquisitiva de las familias, sino que por las capacidades de los propios estudiantes”.
El PACE funciona gracias al apoyo de 29 universidades suscritas, que trabajan con estudiantes de 3° y 4° medio de 638 establecimientos públicos, a quienes les entrega, por ejemplo, hábitos de estudio para mejorar sus aprendizajes. Luego esos escolares pueden acceder a un cupo garantizado en estas universidades si es que dan la PAES y quedan habilitados para ello, y luego son acompañados durante sus dos primeros años de estudio.
Una de las condiciones para quedar habilitado es obtener un puntaje en la PAES que corresponda al 20% superior del ranking de notas de su establecimiento de origen, y hoy el Presidente Boric anunció que para la Admisión 2025 “vamos a ampliar del 20% al 25% el tramo del ranking de notas establecido para que más estudiantes puedan estar habilitados para optar a la educación”.
“También avanzaremos en un modelo de acompañamiento universal y garantizaremos que la totalidad de las universidades adscritas al PACE dispongan de al menos dos cupos en cada una de sus carreras para los estudiantes habilitados. De este modo continuaremos en la senda de lograr un acceso que sea más equitativo a la educación superior. Ese es nuestro compromiso”, añadió el Mandatario.
Balance del PACE
En esta década más de 470 mil estudiantes han participado en las actividades de preparación académica que entregan las universidades. De ellos más de 48 mil estudiantes quedaron habilitados y de estos más de 39 mil ingresaron a alguna institución de educación superior.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, dijo que el PACE “no solo se ha consolidado como política pública, sino que además ha logrado cambiar la vida de miles de estudiantes, y eso es algo de lo que tenemos que sentirnos orgullosos como país. Este programa ha permitido el acceso inclusivo de estudiantes y ha permitido que familias tengan por primera vez a sus hijos en las universidades”.
El subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, destacó que el programa conecta la cultura escolar con la cultura de las universidades, y dijo que “los profesionales de los equipos PACE saben lo tremendamente difícil que es conectar esas dos culturas con una colaboración permanente en el tiempo. Más allá de los 470 mil jóvenes que han sido beneficiados con este acompañamiento, el PACE nos dice que la educación escolar y la educación superior son parte de una misma trayectoria”.
La alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino, destacó en tanto que “es muy importante seguir potenciando todos estos programas que permitan una educación de calidad, donde todos y todas seamos iguales y la educación no dependa de la cuna”.
“Pedagogía de la esperanza”
En la ceremonia también participó Catalina Salazar, estudiante de la Universidad de Santiago que ingresó a través del PACE y que lleva tres años siendo tutora del programa, acompañando a otros jóvenes que entraron como ella.
La tutora dijo que “sin duda el PACE ha sido una de las políticas más importantes de la última década, debido a que ha implicado la democratización del sistema educativo, a la vez que ha resaltado el valor de la educación pública como uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad”.
“El PACE ha acompañado a miles de estudiantes a lo largo y ancho de nuestro país, y me enorgullece decir que yo soy una de esas estudiantes. En estos tres años como tutora he conocido a muchas y muchos jóvenes que son la primera generación de sus familias, al igual que yo, que estudia en la universidad. En ese sentido, trato de practicar una pedagogía de la esperanza, en la que la lucha por la justicia social debe ser el foco, y el PACE está en sintonía con eso”, agregó.